Queridos /as compañeros /as de la CONFINT:
En la escuela Normal donde me desempeño como docente de Seminario y Profe de Educación Plástica, pudimos desarrollar una conferencia y taller para aportar a Río+ 20.
La 1º jornada la realizamos el día 5 de junio con los 600 adolescentes de la escuela (1º año a 5º año), y despues del trabajo aulico se eligieron 3 delegados ambientales por curso (50 chicos y chicas) con los que trabajamos en dos jornadas más junto a Norma Banchio una docente, ya jubilada y amiga personal, de la ciudad de Rosario, con quien comparto la escuela ambiental Chico Mendez. La última se realizó el viernes pasado y cosechamos una carta maravillosa que a partir de este momento toma vuelo.
Espero que puedan leerla y espero sus opiniones y las de los adolescentes de cada lugar donde llegue este mensaje.
Un cálido abrazo en este principio invernal en el sur de América.
Fernando Ríos
CARTA DE RESPONSABILIDADES HUMANAS: “CARTA DE AMOR”
Nosotros/as estudiantes de la Escuela de Enseñanza Media Nº 205 “Nicasio Oroño”, delegados ambientales de los cursos de 1º a 5º año en representación de esta comunidad educativa de la ciudad de Villa Constitución, Santa Fe, Argentina, como argentinos y argentinas estamos dispuestos a defender como derechos, estos nuestros sueños:- La posibilidad de estar en familia, esa que nos mima, nos protege, que día a día nos brinda cariño y sonrisas.
- Compartir días lluviosos y poder sentir el olor a tierra mojada como compartir mañanas, tardes y noches con amigos escuchando música y pasando buenos momentos.
- El placer de estar con los que queremos, escuchar la música que nos agrade, con respeto o tolerancia por los gustos de cada uno, volver a sentir como antes el perfume de las estaciones del año, y percibir el olor a las panaderías. Esa paz, esa tranquilidad que es realmente indescriptible y QUE NO QUEREMOS PERDER.
- Sentirnos representados, por el amor de nuestra familia, sin violencia intra o extra familiar, el aroma a comida de la abuela que nos hace soñar con nuestra infancia y el calor de nuestro hogar.
- Disfrutar de un plato en la mesa, dignos de merecerlo, degustarlo sin tener que cerrar las ventanas por el humo, o el hedor a basura que viene de afuera.
- Deleitar nuestra mirada al ver el campo, esa paz que nos recorre el cuerpo al observar esa llanura interminable, que se ve afectada por las bolsas plásticas, botellas descartables, pañales, desechos que no tienen por qué estar ahí, contaminando ese lugar tan hermoso y sereno.
- El recuerdo de la sonrisa de la gente, igual a la que nos provoca el olor a la comida de las abuelas, que a veces solemos compartir con amigos. Queremos dejar de preocuparnos por responsabilidades que adultos y gobiernos no desarrollan, para amar, soñar y divertirnos.
Sin embargo, estos derechos se ven cercenados por acción u omisión, manifestándose su ausencia en las irresponsabilidades políticas, por eso:
Nos duele no poder tomar agua de la canilla como lo hacíamos con nuestros amigos después de jugar en la calle, cosa que ahora nuestros hermanos y sus amigos no pueden hacer por el grado de contaminación e inseguridad que se demuestra día a día.
- Los robos y secuestros que causan mucha impotencia. No poder caminar tranquilos por nuestra ciudad porque tenemos miedo que nuestro nombre se escriba en una lista larga de muertes injustas.
- La política que no se hace cargo de parte de la realidad y no la transforma.
- La policía que se abusa de la autoridad.
- La falsedad, la desconfianza y sobre todo la discriminación que existe en la sociedad actual.
- El maltrato animal, siendo que nos brindan compañía, afecto y a veces son más civilizados que nosotros.
- La violencia hacia la mujer e infantil en todos sus aspectos: psicológicos, físicos y verbales.
- La droga y su trama a través del tráfico, consumo y la explotación humana para beneficio económico de poderosos.
- La contaminación ambiental por empresas que brindan fuentes laborales pero nos causan daños al organismo (enfermedades terminales).
- La pobreza injusta e innecesaria ya que contamos con muchos recursos para satisfacer nuestras necesidades básicas.
- La discriminación por: orientación sexual, género, la vestimenta, por la forma de pensar y por características físicas. La falta de tolerancia y aceptación hacia el otro y lo otro.
Por todo esto – los jóvenes estudiantes - no nos podemos sentir responsables, dado que las mayores responsabilidades son las políticas y las económicas. Pero como co-responsables sociales de la transformación necesaria, nos proponemos:
- Formarnos para la participación democrática y la construcción colectiva desde la función de delegados ambientales.
- Solicitar a las autoridades ministeriales que en las escuelas se implemente la Educación Ambiental.
- Ejercitar la aceptación de los otros y lo otro tal como es.
- Promover la adopción de los animales con responsabilidad.
- Presentar proyectos a las autoridades municipales para que se dicten normativas o se cumplan las existentes.
- Pintar murales colectivos planteando la idea de concientizar a la gente de mejorar nuestro ambiente.
- Promover conciencia ambiental a partir de materiales generados por nosotros que informen sobre las problemáticas ambientales (contaminación) y sociales (inseguridad y adicciones) mediante los medios de comunicación.
- Convencer, convocar a la gente a reuniones situadas en distintas partes de la ciudad.
- Visibilizar las problemáticas, los “hechos” no las “pistas” para que se den cuenta de lo que está ocurriendo en su ciudad, hacerles ver el mal que se está haciendo al no cuidar lo que tenemos, el lugar en donde vivimos.
Para que no seamos talados como los árboles, ni encerrados como los pájaros… para que cada ser sea valorado como se merece, les pedimos nos acompañen a tomar conciencia y valorar toda la vida…
¡con libertad y esperanza echamos nuestra carta de amor a volar!
Documento original: aquí.
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