¿Si no somos nosotros, quiénes?
Más de un centenar de
alumnos de una veintena de centros educativos vascos recoge en un
documento los compromisos y las demandas de la juventud por el
desarrollo sostenible
Un reportaje de J. Fernández
- Domingo, 21 de Junio de 2015
Decenas de escolares vascos participaron en la reciente
cita Confint, celebrada en el Centro de Biodiversidad de Euskadi
(Busturia). Foto: DEIA
la juventud vasca continúa abriéndose hueco entre sus mayores. Ellas y ellos siguen de cerca todo cuanto ocurre a su alrededor y cuando se les ofrece la oportunidad de participar lo hacen dejando su particular huella: adoptan decisiones, proponen medidas, argumentan iniciativas… En definitiva, se empoderan y se hacen más conscientes de lo importante que es prepararse para mirar al porvenir, planificar líneas de actuación y definir criterios que diseñen su futuro de un modo sostenible. Y es que, tal y como ellos mismos se preguntan ¿Si no somos nosotros, quiénes? ¿Si no es contigo, con quién? y ¿Si no es ahora, cuándo?
Así lo han entendido un centenar de alumnos pertenecientes a una veintena de centros educativos vascos integrados en la red de escuelas sostenibles que han sumado sus opiniones y aportaciones al foro internacional de jóvenes por la sostenibilidad Confint, celebrado recientemente en Bruselas. De hecho, han redactado un documento, una especie de Libro Blanco, en el que recogen una serie de compromisos que están dispuestos a poner en práctica en su día a día en sus localidades con el fin de convertir en realidad el manoseado lema de Salvemos el planeta.
Incluso ya le han hecho llegar su mensaje el propio lehendakari Iñigo Urkullu, interesado en conocer de primera mano cuáles son las opiniones de los más jóvenes. Con el formato de carta, esta centena de adolescentes se dirigen principalmente a los responsables políticos, pero también a las personas con mando en plaza en empresas, centros escolares… y también a artistas y periodistas; en definitiva, a todas aquellas personas que quieran
asumir unos compromisos, estén dispuestas a aportar su granito de arena a la causa y, además, a divulgar esta causa y trabajar por un crecimiento más sostenible.
Así, los firmantes del documento se fijan como una obligación la limpieza y el cuidado de ríos y montes; y se posicionan a favor de extender la cultura y los valores del ecologismo a los más pequeños, a otros jóvenes y también a los adultos; apuestan por el transporte público para sus desplazamientos y, además, redoblan su promesa para promocionar las energías renovables; y demandan a las instituciones y administraciones que establezcan un marco normativo que ayude a reducir la contaminación industrial.
Estos puntos son solo algunos de los incluidos en este documento abierto a la colaboración y que termina con una sincera petición suscrita por jóvenes de 14 países europeos: “No tiréis nuestra carta a la basura”.
Desde el Gobierno vasco ya han dado un paso al frente. Tras escuchar las experiencias de trabajo de ese centenar de alumnos integrados en las escuelas sostenibles [IRAES21] fue Amaia Barredo, directora de Medio Natural y Planificación Ambiental quien tras agradecerles su trabajo a favor de una Euskadi más sostenible, les animó a continuar en esta línea de trabajo “junto al Gobierno para transformar los compromisos en acciones” que contribuyan a que los centros educativos, los hogares, los pueblos y ciudades tengan un crecimiento más ordenado, equilibrado y justo.
La reciente cita Confint (celebrada en el Centro de Biodiversidad de Euskadi, en Busturia) ha puesto de manifiesto que la juventud no vive aislada sino que incluso van por delante de la Administración. El programa Agenda Escolar 21 -distinguido por la Unesco como una de las 25 mejores prácticas en materia de educación ambiental en todo el mundo- está empezando a dar sus frutos. Gracias a esta iniciativa, la juventud ha interiorizado unos valores, son más conscientes de todo cuanto ocurre en su entorno y, por eso mismo, saben de la necesidad de adoptar un estilo de vida distinto, más sostenible y acompañado de prácticas ambientales responsables.
“La sostenibilidad, el compromiso con el medio ambiente, así como la consideración de aspectos culturales, de la economía o del ámbito social, es un valor solidario y de futuro con el que los y las jóvenes contáis. Es indiscutible. Y es la base donde se sustenta la posibilidad de cambiar para mejor el mundo”, describía Barredo en la clausura de ese encuentro con el centenar de jóvenes.
Porque, tal y como agregó la directora de Medio Natural y Planificación Ambiental, “hablar de sostenibilidad implica hablar de medio ambiente, pero también de salud, de bienestar, de los servicios que nos prestan los ecosistemas, del contexto en el que desarrollamos nuestras actividades, y de poner en valor el conocimiento ambiental que hemos adquirido en estos años de trabajo”.
Educación Ambiental En este sentido, tal y como subrayó Barredo, la educación para la sostenibilidad es una de las apuestas firmes de la Administración vasca. De hecho, el Programa Marco Ambiental del País Vasco, recientemente aprobado y en el que se definen los hitos a lograr y, fundamentalmente, las líneas estratégicas de la política ambiental hasta el año 2020 incluye entre sus planes de actuación el fomento de la educación y de la concienciación para la sostenibilidad en el conjunto de la sociedad vasca. “Y por ello, -avanzó Barredo- entre otras acciones estamos ya trabajando en la elaboración de la futura Estrategia de Educación Ambiental para la Sostenibilidad, que nos indicará el camino a seguir de cara a los próximos años, abordando la sostenibilidad desde un enfoque integral”.
Tomado de: http://www.deia.com/2015/06/21/sociedad/euskadi/si-no-somos-nosotros-quienes
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