María, alumna del Colegio San Agustín nos cuenta su experiencia Confint
Y al fin llegó el momento, las
ponencias comenzaron, mis compañeros eran los terceros, pero yo era la séptima
por lo que mis nervios no disminuían sino que aumentaban cada vez más. Empezaron
nuestras compañeras de cuarto con el tema Entorno Natural, continuaron los
niños de Primaria, que destacaron y nos enamoraron a todos con su desparpajo
natural. Fueron explicando y saliendo todos los alumnos que se encontraban allí
y cada uno lo hizo estupendamente, notaba como la sonrisa no se podía borrar de
mi cara, al ver como explicaban cada uno de los problemas de una forma u otra.
He de confesar que llegué a sentir orgullo de todos ellos, sobretodo cuando
salieron mis compañeros, como es natural. Cuando me llegó el turno me dí cuenta
de que al fondo de la sala había un señor con bigote y dos personas más a las
que no conocía, supuse que eran personas importantes y así fue, venían del
Gobierno de La Rioja, entonces fue cuando mis nervios alcanzaron su estado máximo.
Mi compañero Medina, comenzó a explicar la movilidad y yo continué explicando
los principales problemas, en cada frase intentaba convencer a todos los que se
encontraban allí de que era un gran problema y noté como mis nervios
desaparecieron al acabar. Tras todo esto vinieron una serie de actividades
donde elegimos los problemas a tratar, y cómo solucionarlos, y es que yo no
paraba de repetirme la misma pregunta “¿Cómo solucionamos los problemas de
movilidad y residuos?”, pero las respuestas llegaron cuando todos nos unimos en
pequeños grupos y finalmente, se establecieron cuatro soluciones, con las que
algunas no estaba de acuerdo, pero acabé convencida porque todos los que
estaban allí desde los más pequeños hasta los más mayores daban sus argumentos
ya fueran a favor o en contra. Y para finalizar vinieron las votaciones para
elegir a los delegados, yo tenía muy claros mis dos votos y fueron para los que
más desparpajo tenían. En el recuento he de reconocer que por una parte sentía
que quería salir pero por otra no lo quería en absoluto, en fin sentimientos
que se contradicen. Cuando comenzaron a decir los delegados, ni me imaginaba
que yo estaría entre ellos, era imposible que entre todos lo que había allí yo
saldría, pero finalmente junto con tres compañeras más de la E.S.O y dos
compañeros de Primaria salimos a la tarima y entonces sí ahí estábamos los
delegados que iríamos a Logroño, me sentía muy feliz y contenta, aunque por
otra parte no creía que me hubieran elegido. Para concluir quiero decir que fue
un día muy especial, raro, extraño, diferente, pero sobre todo bonito.
MARÍA
1º DE BACHILLERATO
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Tomado de: http://centrosostenible.blogspot.com.es
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